Bebés
pablito
Pablito, con un mes de vida, apunta maneras. Tiene depuradísima la técnica de acurrucarse y ha aprendido muy rápido cómo decirle a mamá la manera perfecta de envolverlo en mantitas para estar cómodo y sentirse seguro. De mayor, Pablito será el capo del estar a gustito.
Lo que mejor se le da es arrancar sonrisas a los demás; Pablito parece que ha venido al mundo a hacer que sus papás se retuerzan a carcajadas. ¡Pero todo tiene un precio! El precio de ser el bebé más guapo del mundo es que los demás queramos jugar con él como cuando jugábamos a las muñecas, cambiarle de ropita, probarle un moño, ponerle la camiseta de “I love dad” de la que renegará, víctima y defensor de la moda, cuando sea adolescente – pasado mañana -, combinar pañales y encajes…
Le damos la bienvenida al mundo a este peque precioso y le auguramos millones de momentos cálidos. Ahí estaremos mi cámara y servidora para dar testimonio gráfico de que va a ser un ni requete feliz. ¡Vivan los peques bonitos!