Boda
María & Juanma
Una boda en Málaga es una fantasía. En todos los años que llevo de fotógrafa de bodas nunca me ha llovido, y aunque en la boda de María y Juanma la cosa amenazaba seriamente, al final los astros se alinearon y nos hizo bueno.
María y Juanma se habían puesto en contacto conmigo un par de años antes; la pandemia les obligó a cambiar la fecha de su boda. Se confirma en ellos que lo bueno se hace esperar. Porque lo bueno, ¡ya lo creo que llegó! Una boda con los trescientos invitados más salados del mundo.
Fue un día súper especial. Por la mañana temprano fuimos a la barbería a que Juanma se retocara y se pusiera guapetón, junto con su padre y uno de sus hermanos. La burbujillas de nervios entraron en acción ahí. ¡Ya ha llegado el día! En casa de la novia, sin embargo, el ambiente era relajado y sereno: María es una de esas personas mágicas a las que no se les nota en absoluto que por dentro son un manojo de nervios. Serena y preciosa, disfrutó cada momento de sus preparativos juntos a su familia.
No faltó un detalle: flores, complementos, un sobrino paparazzi que me salió como competencia, una luz maravillosa, y un ambiente cargado de amor y de simpatía. Abajo, los amigos de la novia esperaban a verla bajar arreglada y feliz.
Se casaron en una ceremonia religiosa corta pero emotiva y tierna. Las fotografías sólo muestran sonrisas. Los pajes se portaron fenomenal, hubo música que nos sorprendió a todos y el novio no contuvo ni la lagrimilla. María no dejaba de sonreír, y las miradas entre ellos eran una locura.
Dimos un paseo por el centro de Málaga, una boda en Málaga es lo que tiene, para las fotos de recién casados, los novios querían algo divertido, relajado y natural. A su paso, la gente los felicitaba y les aplaudía. Así, amigos, es como los reportajes de fotos de boda se hacen solos.
La celebración se hizo en Finca La Tosca al atardecer, los jardines estaban decorados con muchísimo amor por Rocío y su equipo. Rincones aquí y allá llenando el espacio con elegancia y mimo. Guirnaldas de luces, flores, detalles por todas partes, fantasía. Los novios se habían encargado de personalizar su boda con decenas de pequeños elementos de la decoración hechos expresamente por ellos, y así crearon un ambiente redondo.
Tan redondo que hasta habían trabajado en una coreografía especial para su baile de recién casados, que salió perfecta y fue el no va más de la boda. ¡Con cambio de vestuario y todo! Una novia preparada para el baile es una novia preparada para todo lo que la fiesta pueda deparar. Una novia que va a pasárselo bien.
Casarse en Málaga, sí, es una fantasía, pero casar a unos novios como estos es un privilegio. Cuando termino y llego a casa soy una fotógrafa de bodas agotada, pero también una fotógrafa de bodas feliz.