María & Daniel

Cuando María y Daniel contactaron por primera vez conmigo, ¡ya se habían casado! Ella es una malagueña por el mundo y él un alemán sin fronteras que, tras varios años de un lado para otro, consiguieron afincarse juntos en Estados Unidos. Son una pareja que no se complica en absoluto: “¿que nuestros amigos viven donde vivimos nosotros, mi familia en España y la de Daniel en Alemania? PUES NOS CASAMOS TRES VECES.”

Es decir, se casaron una vez, en EEUU, pero lo celebraron de manera íntima de tres maneras diferentes, y a mí, como es normal, me tocó la malagueña. ¿Y que es lo que nos gusta a los malagueños por encima de todo? Comer, beber, bailar y el mar. Con la combinación clara era lógico que el lugar elegido por la pareja para su celebración fuera el Parador de Gibralfaro, con esas increíbles vistas a la bahía y un atardecer de ensueño.

Y ellos iban al grano. Preparados para pasarlo bien en familia y sin prolegómenos. Ya estaban casados, ¿para qué perder más tiempo? Así que se convocó a los invitados directamente para lo del comer, el beber y el estar todos juntos celebrando lo bonito que es quererse tanto.

Gibralfaro está precioso en cualquier estación del año y con el toquecito mágico que le dio Irene de Valentinas, muchísimo más bonito. Los novios se hicieron juntos unas fotos conmigo antes de que llegaran los demás, y luego se dejaron llevar por las ganas de pasarlo bien y disfrutaron como niños toda la noche. Son una pareja maravillosa: divertidos, naturales, espontáneos, cariñosos y nos sentimos muy agradecidos de que nos eligieran para hacer el reportaje de un momento tan íntimo y especial como el de su boda a medida.

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