postBoda en frigiliana
Bebes & sergio
Postboda es una palabra un poco extraña y demasiado corta para expresar todo lo que encierra un reportaje de fotos de este tipo. Bebes y Sergio en realidad no es que acaben de casarse – aunque miradlos, parece que sí – pero cualquier excusa es buena para hacerse unas buenas fotografías donde demostrarse con el paso de los años que nunca deja uno de quererse bonito.
Son parte integrante del grupo de folk manchego Bonita, un proyecto con muchísimo corazón relativamente nuevo que va a dar muchísimo que hablar. Un sonido atrevido de stoner-rock con raíces castizas que te conecta con lo más esencial de la tierra. Y son adorables. Y lo demuestran todo el tiempo. Y a mí, que me encantan ellos y me encanta su música, me parece todo un privilegio haber podido hacer este reportaje en el que había tanto amor que se contagiaba.
Aunque toledanos, aprovecharon que pasaban por Málaga para llamarme y darle caña a este proyecto. Yo elegí Frigiliana por lo bonita – como ellos – por lo que tiene de pueblo blanco pintoresco, por ser tan fotogénica y por esa luz. El contraste entre lo antiguo y lo moderno nos llenó a todos de magia. Y comenzó la sesión. Y todos los comienzos son siempre difíciles si no estás acostumbrado a que te enfoque una cámara. Y ahí se ve la ternura, la timidez esa tan divertida y tan de agarrársete con un pellizquito a las tripas pero que luego se pasa porque se supera con el arrojo del otro, con eso del «hay que ver en la que nos hemos metido» y el «después de esto, unos vinos». Miradles sonreír. Miradles mirarse. ¿No es una pasada?
Hacer estas fotos fue una maravilla porque si bien uno durante el tiraje sabe lo que está pasando y lo que están sintiendo los fotografiados, cuando te pones a editar esto se ve multiplicado por mil, así que foto a foto en postproducción vas soltando risitas y recordando cosas: cuando les pediste que improvisaran un baile de recién casados sin música en mitad de la calle y a Sergio casi le da algo, o cuando ellos improvisaron una portada de un disco y casi me muero de la sorpresa yo.
Estas fotos te enseñan muchas cosas. A mí, como fotógrafa, desde luego. Yo estoy recargando energía y optimismo con personas que se quieren tan bien como estos dos y además me lo enseñan. Ellos saben ahora que aquel verano tan rarísmo supieron superarlo todo gracias al apoyo del otro. Y no es que lo desconocieran, es que ahora tienen pruebas gráficas. Ese mirarse lo dice todo.